Las carrozas, desde su origen en el siglo XVI, siempre fueron direccionadas a un grupo determinado de personas. Sólo la gente distinguida las usaba como muestra de su jerarquía en el pueblo. Este era el caso de Inglaterra, donde a las primeras horas de la mañana de un día que parecía común, se comenzaron a escuchar el repiqueteo rítmico de las ruedas de madera o metal con las piedras de las principales calles, la gente aseguraba que se trataba de alrededor de 15 coches que se acercaban por las avenidas, dando indicio que algo importante estaba sucediendo. La elegancia y los acabados, unos más lujosos que otros, mostraban a la población que la princesa Margarita se dirigía a casarse con don Juan. Siendo esta la primera ocasión en donde los coches de caballos dieron su aparición en las poblaciones.
Desde ese entonces, en varios países, como por ejemplo en España, la gente más adinerada o de la realeza comenzó a usar los coches de caballos como medio de transporte. Don García de Toledo, lugarteniente general de Barcelona, hacía sus magníficas entradas en un carro enteramente dorado por dentro y por fuera.
Mientras tanto, en Francia, a los coches de caballos les dieron otra utilidad, eran utilizados para la conducción y transporte de estudiantes, cuando se originaron las conocidas universidades literarias. Y más adelante se establecieron coches para la mensajería y manejo de mercancía, siendo ya utilizados por toda la población.
Actualmente, con el desarrollo de los vehículos de motor, los coches de caballos o carrozas han desaparecido dentro de las poblaciones. Lo que antes era utilizado para hacer viajes, llevar mercancía de un lado a otro, o simplemente pasear, fue sustituido por carros lujosos, buses o motocicletas que transitaban diariamente por amplias avenidas de la ciudad. Pues es común observar que los caballos u otros animales que jalaban las carrozas, están siendo utilizados para la labranza de la tierra o en actividades del campo, por lo que se encuentran alejados del centro poblado. Si antes recorrían diariamente las angostas calles, hoy en día, sólo lo hacen en ocasiones especiales, como por ejemplo en desfiles.
El ideario de las fiestas del maíz y la cosecha
Reina del Cantón Rumiñlahui (2007) |
En septiembre del 2007, cuando faltan tres días para que comience una de las festividades más llamativas en Rumiñahui. Las carrozas vuelven a ser los coches de viaje o traslados de mercancías, apareciendo nuevamente en las calles adoquinadas del cantón, pues se llevará a cabo el desfile de las Carretas del Rocío. Adornadas con flores y objetos conmemorativos a las Fiestas del Maíz y del Turismo, abrirán paso a los demás eventos que se realizarán durante ese mes para rendir culto al maíz, producto característico de Sangolquí.
Muy cerca de la avenida principal por donde pasaría el desfile, en una casa de la calle García Moreno, José Goyez, profesor sangolquileño, de piel morena que contrasta perfectamente con su camisa blanca y el anillo de oro que lleva en su mano derecha, me invita a pasar a su hogar para comentarme cómo surge la idea de realizar por primera vez el desfile de carretas.
“En una reunión con Luis Cevallos, un compañero de la infancia, mientras esperábamos localizarle a otro amigo, me comparte que ya está cansado de ver sólo caballos en los desfiles de septiembre; dando ideas para hacer algo novedosos para el cantón y después de eliminar opciones como desfiles con danzas o bandas de pueblo, se nos ocurre hacer un desfile con carrozas” explica Goyez, quien en el 2006, un año antes que se dieraorigen a las carretas del Rocío, trabajaba en la Cámara de Turismo y había cosechado varios contactos que les pudieron ayudar hacer realidad lo que hasta ese entonces estaba solo en pensamientos.
A partir de comienzos del año 2007, Goyez y Cevallos empiezan a materializar el sueño de brindar a la población sangolquileña una fiesta diferente, que tenga la participación y aceptación de todos los barrios del cantón.
La preparación parte de la idea de que para que la festividad del maíz y la cosecha, como la denominaron, se pueda realizar y tener funcionamiento por varios años, tenían que llevar un respaldo de medios y personajes políticos. Para lo cual, José y Luis, tuvieron contacto con María Isabel Salvador, ministra de esa época, y a quien le nombraron como madrina de la fiesta; y con su firma de respaldo en diplomas que serían entregados a los alcaldes, empiezan a recorrer el Ecuador. El fin es conseguir la presencia de las reinas de cada una de las provincias de este país en el desfile de carretas que se iba a realizar para abrir las festividades del maíz y la cosecha.
Continuando con esos preparativos para el gran día, Goyez recuerda tener un amigo de la organización que les podía conseguir cadetes de la policía para acompañar a las posibles reinas que asistían al desfile, y también adquirir alrededor de 20 carretas, que son arregladas y bien preparadas con productos característicos de cada provincia. Teniendo una noticia positiva y el permiso de la municipalidad, se lleva a cabo el primer desfile de las carretas del Rocío, pocas semanas antes del tradicional paseo del chagra del año 2007.
“Logramos tener la presencia de 18 reinas del Ecuador gracias al auspicio de la Cámara de Turismo y el respaldo de la ministra Salvador. Por medio de una vieja amistad con Marisol Carrillo, pudimos contar con la presencia del vicepresidente Lenin Moreno.
Teniendo de esta manera, el desfile de carretas, donde antecedía a cada reina un reconocido grupos de danzantes a nivel nacional, como por ejemplo la diablada de Pillaro o el grupo sangolquileño, Nueva Generación, quienes incrementaron una coreografía relacionada al maíz”. Me comenta José Goyez con una gran sonrisa dibujada en el rostro.
Las calles se llenaban de cientos de personas que asistían al desfile. Los sangolquileños, y en especial los hombres que se encontraban con cámara fotográfica en mano, se sentían orgullosos al tener un evento que contara con la presencia de figuras nacionales como Luigina Cabezas Miss Ecuador de esa época, Ana María Adum Reina de Guayaquil, María Cristina de la Paz Reina de Quito o Estefanía Chalco Reina de Cuenca. Las mismas que se asombraban por la calidez con la que el público las recibía a medida que recorrían las avenidas del cantón.
Este desfile como explica José, “Estaba pensado con la idea de integrar a la población, para lo cual se escogía a un representante de cada barrio por donde pasaban las reinas y los danzantes; se le daba un Cd grabado con todas las canciones características de las 18 provincias participantes y la amplificación para mostrar la diversidad cultural ecuatoriana”.
Desde ese entonces y a partir del 2007 se acogió una tradición: antes del siguiente desfile, exactamente una semana, se entregaba el priostazgo.
Para dar una mayor integración, se crea un gremio para clasificar a las organizaciones ecuatorianas y escoger al posible prioste del año. En el 2008, esta dignidad recae en la UNE, quienes debían preparar una representación de la cosecha que abarcaría personajes como los mayordomos, peones, cargadores, costaleros y recogedores de mazorcas, y presentarla durante el siguiente desfile.
Para hacerlo más tradicional la entrega del priostazgo, se preparaba en la Iglesia Matriz una ceremonia, en la cual se entregaba al nuevo prioste una cruz de mazorcas que se la colocaba en la espalda. Simulando, así, la costumbre que tenían los trabajadores de las grandes haciendas, en época de cosecha, con al dueño de la propiedad al pedirle el “Jaccigua” y hacerle cargar una cruz de similares características.
Sin duda, la iniciativa de los dos sangolquileños, José y Luis, pudo dar el punto de partida para demostrar a la población que es posible materializar un sueño que nació a partir de una acostumbrada reunión entre amigos, pero que pudo despertar la solidaridad y el compañerismo entre los que hacen parte del Cantón Rumiñahui, un poblado que se fue desarrollando a partir de una pequeña parroquia y que llegó a conformarseen una ciudad dedicada a recuperar una identidad, que muchos creían perdida.
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